VIII

Lo real y lo imaginario
Sobre la pista de un gran desierto
Se disputaban el galardón de la verdad
"Tendré un oasis" decía lo real
"Y yo un espejismo" le contestaba lo imaginario
Luego después ambos se transformaban
En caballos
Uno visible y el otro invisible
Los dos unidos por una bella danzarina ecuestre.

Repentinamente el horizonte
Se llenaba de múltiples colores
"El rojo para mí" demandaba lo real
Y lo imaginario aseguraba que lo seducía el azul de los manicomios
En tanto un gran viento levantaba las arenas
Conforme
A los fantasmas
Que en medio de las imágenes concretas
Y las brillantes alucinaciones
Aseguraban
Que en el tiempo
Lo real y lo imaginario
Serían lo mismo.

 

De Una ficción que a (la) nada conduce, 1991