XXXVIII

De pronto estalló en el bosque un gran incendio
Las llamas se elevaron a muchos metros de altura
Y los árboles se tumbaban alcanzados por el fuego
Igualmente las plantas se retorcían a causa del calor.

Las columnas de humo obscurecían el cielo
Y los gritos de animales, el vuelo de los insectos y la huida de todo ser viviente
Eran absolutamente inútiles ante el fuego que lo arrasaba todo
Aun las resinas que de alguna manera lograban perfumar la atmósfera.

Vanos fueron los esfuerzos que hicieron guardabosques y labradores
Porque el fuego no respetó nada, lo arrasó todo,
Sólo cenizas y humo.

Ante tanta desolación
Los labradores moviendo tristemente sus cabezas
Al unísono exclamaron
"¡Es como si hubiera pasado la muerte!"

 

De Las cosas al parecer perdidas, 1989