XI

Sin duda alguna la realidad
Que se me impuso como forma de vida
Era verdaderamente un asco

Restricciones para todo
Contra todo lo que significara libertad
Libertad de los sentidos libertad de los instintos
Libertad de pensamiento
En fin
Todo lo que llevaba a la transparencia de los espíritus

Fue la Mandrágora con su poesía negra
Que se lanzó con todo el cuerpo
En esta campaña de liberación y de purificación

Opusimos el color negro de la poesía
Al color negro de la noche
Que entonces se hizo resplandeciente
Conquistando todos los colores del espectro
Para regocijo
De los puros de corazón.

 

De El Peso de los años, 1987