II

Los leones basálticos
Los leones babilónicos de la puerta de Ishtar
Los leones aprisionados a medio camino por el rojo de los ladrillos y el azul de los esmaltes
Todo eso para trocar una palabra por un color
Como una estrella por otra estrella.

Se necesita bruma para sostener una ciudad sagrada
Se necesita una tormenta de polvo para calmar las iras del desierto
Se necesita que el musgo invada los corazones y borre de un golpe el cuerpo de la pequeña hada
Para que el recuerdo te lance al rostro el sortilegio de tu mano
Se necesita trocar día por noche
O muerte definitiva por vida eterna
Para inevitablemente
Caer en la trampa del sueño.

O bien trepar la pirámide de los deseos
Que se aferran a la memoria
Con el mensaje secreto escrito línea a línea sobre la palma de su mano y lanzado al infinito por espejos
                                                                                                                                          satánicos
Es la ira del ídolo me dices
Pero su mirada se fija
Sobre la parte transparente del alma.

Me dices de nuevo
Hay que atravesar muchos puentes
Antes de iniciar el salto mortal
Hay que pintarse el rostro de blanco
Sentarse al borde del abismo
Esperando que pase el cadáver de nuestros enemigos
Dormirse dulcemente sobre un color
O sobre una palabra.

 

De Homenaje a Mayo, 1978