IV

Un poco de sol un poco de luna
Y desollar el espejo
Para que el sueño se despoje de sus costras.

Entonces el hombre se da el baño de ceniza
Y sus manos se hunden en los guantes del terror
Nadie conoce su extraña magia
Ni su manera de operar
Sobre el silencio absoluto.

Hay un punto -el punto supremo-
Que todo lo transforma
E induce a la caída
En otras palabras la misma paloma
Cuyas plumas acarician lo informe
Sólidos labios abandonados en los desiertos del cielo.

¿A dónde vamos y por qué vamos al cautiverio?

En el vacío un hilo de sangre detiene el tiempo
Y entonces pasa la pareja real.

 

De El calor animal, 1968 - 1969