XXXVI

Así es la clorofila que baña la parte superior de su cerebro
Que hace de él una planta carnívora
Un monstruo en la soledad
Un ángel entre la más pura de las multitudes.

La esperanza se ha despedido para siempre de la amplitud de su frente
Él ya conoce la alegría y la amargura de un día atravesado de una punta a la otra por el sol
Conoce todas las puertas de la ciudad
Conoce esas cerraduras que gritan tu nombre al toque de la llave
Siente horror del magnetismo del cielo.

Pero esta mañana en que yo admiraba la lasitud del mar
En que mis miembros también se creían el mar
Una bella adolescente cantaba la más extraña de las canciones
Y creía en el día recordándome de la magnificencia de la noche
Creía en la embriaguez que nos deja en la lengua la visión íntima del espacio y del tiempo.

Que no sea la espuma ni la noche ni el estiércol del cielo
Que no seas tú, océano, terrible embustero
Que sea la extraña canción las palabras inocentes
Que sea el hechizo de esta bella encantadora.

 

De En pleno día, 1948