VI

El espíritu objetivo

Con un desdén salido sin lugar a dudas
De su misma figura
Está con sus pies a ras de un territorio
Que se comprende a sí mismo
Que se adivina
Que se sobresalta.

Se eleva con elegancia a una mansión
Que es un abismo que se abre a sus pies
Sin llantos sin lágrimas
Porque vive merced a la pureza de su corazon
Por la crueldad
Por la pasión de su frente desbocada.

Si el esplendor de una sonrisa
Frente a un paisaje desprendido de lo más profundo de la imaginación
Ha lanzado mi corazón al más duro desvarío
Es por la creencia en la idea que yo tengo de ti misma
Es por el amor que tengo de ti
Por el espacio que dejas al desplazarte en la tierra.

Se sucede sólo a causa de medrar en las esencias de las cosas
Como el gusano se sostiene a causa de la futura metamorfosis
De la alquimia del amor
Del alma llorada en su ausencia.

Bien que los objetos transiten descalzos
Sobre una tela que es pura idea y sentimientos confusos
Bien que te detengas llorando en los arrabales de la ciudad
En los pavimentos en los parques
En las encrucijadas de los monumentos públicos
Pero yo te libero de ti misma
Te libero de tu sombra de tus prejuicios
De tu amor a lo irrisorio.

Estoy atento a la desintegración de la idea
Del hambre que despuebla el esqueleto
De mi corazón que es tuyo
Que es seguramente el éxtasis del rey de la selva
Ha muerto se grita en su propio oído
Ha muerto el espíritu de las cosas.

 

De En pleno día, 1948