TAMBIÉN SONRISA BAILABLE

La abeja los castillos los ciegos
Los ciegos que descienden con una flecha en las pupilas
Yo he pasado esperando toda la vida este silencio
Este enigmático horizonte
En cuyas riberas se han perdido todos los astros
Yo he convertido las estatuas en bailarinas
Que no supieron nunca de la mañana
Yo he tocado la angustia
Que palpitaba en la sombra
Yo e sentido la mitad de tu rostro
Que era escarcha suave
Yo me he sentido hipnotizado por los ciegos
Esos ciegos que nacían de tus lágrimas
Que han lanzado las olas a la derrota
Esos ciegos que morirán como luciérnagas

Yo te prefiero a las curiosidades arqueológicas
A los cielos de espaldas vertiginosas
A los vendavales que se aparecen en la sombra
A las ciudades que arrojan los sueños
A todo esto más un labio
A todo esto más una mano
A todo esto más un ojo
 En fin tú también me prefieres
Al hombre de Neanderthal.

 

De Cataclismo en los ojos, 1936