LA TELA INVIOLABLE

La buena enemiga bajo este vago temblor
En la dulce marea desmontable
Yo he pisado una playa desconocida
Nos separaba apenas una sombra
El fuego no supo que le cielo ya no existía

Pueden esas aguas negras
Reflejar la demencia del mago
He soñado tantos venenos esta noche
Me da lo mismo envenenar un cisne
Lo mismo el agua en que flotan mis cabellos
Lo mismo una luminaria al fondo de mis ojos

Háblame de paso entre las suaves muchedumbres
Qué ala rompió ese planeta tan olvidado
Qué escala me separa de tu isla
Yo sonreiré para recordarla
Tendiéndome tu mano hacia mis ojos invisibles

El pájaro del paraíso ha tocado mi única soledad
Qué torre es esa que guarda los años?
Acaso ha muerto otro cisne?
O la eternidad estalla en la rebelión?

En la medianoche pasan los caminos ahogándome
Las flores no me reconocen
Porque vivo sólo para ellas
Para esta marea que se escapa de su copa
Esta noche de la bella durmiente

Tal vez porque abandonó su tribu
Porque sólo el agua ha mantenido sus encantos
Y la muerte se  desliza
Por los balcones submarinos
Mientas un labio suave roza nuestras mejillas
Yo no tengo ese frío de costumbre
En los ojos

Un ruido de cometas hacen las tinieblas.

 

De Cataclismo en los ojos, 1936