LAS MISERIAS DEL AMOR

Bajar amparado por el hambre
Hasta la zona donde se es múltiple
Donde el sí y el no
Arrastran sangre a la lengua
Con más luz que el sueño de un ciego
Que abre las puertas a un amor
Que trastorna el oído
Con luz y hambre se es puro
Igual que el blanco sale de la noche de los perdidos
Con miedo a lo furibundo a lo funesto
Pues entonces se está en el amor
Con toda la cabeza.

 

De Cataclismo en los ojos, 1936