LA MARCA DE FUEGO

Ese ojo que veo al fondo del agua
Con sus raíces turbias y profundas
Es seguramente la floración de la noche.

Ese ojo me grita
Adorna su cabeza con lanzas llameantes
Se hincha como de sueño
Pues por e1 sueño el hombre se desgasta
Malherido me insulta.

Salta con gestos puros
Al deslizarse en mi cuerpo
Es una herida movible
Cuyas manos están sobre mis manos.

En otros lugares
También devastados por el escorbuto
El amor
El obscuro amor de su amor
Es como si restableciera sus escamas
Por dignidad.

 

De Las hijas de la memoria, 1935-1940