LAS MIRADAS DE LOS OJOS

Sus arterias en el móvil tornasol
Laten un trozo de sombra
Muslos como llagas de salud
Senos abiertos
Pálidos gotarios
Cuando ella pasa las fronteras avanzan
Contraen los omoplatos
Sus veloces paladares sienten
El vencimiento
La molécula de arrullo que nada en el placer
Las frases los ecos perdidos
Ella cuesta un vencimiento
Pone en toda sed una cola de desierto
Un despertar sombrío al mensajero de la ola
Un sexo de ave interna a las hogueras
Un fruto de amenaza
Las aves guardan oro como ella
Pasan con las alas cargadas
Entran y salen por el mismo pensamiento
El mundo se acaricia a sí mismo
Cuando pasa en cada sombra.

 
 

Revista Mandrágora número 6. Santiago, Chile. Septiembre de 1941.