LA BELLA GOBERNANTA

Una piel de cactus bordea la señal
La mano originaria
Salida del espasmo su buzo de garganta
Moja látigos de alcohol

Invadidas penínsulas
Los pies iguales a la noche
Movidos por gaviotas
De una igual velocidad

Los rostros enyesan la misma lágrima
Los mismos contornos de una ciudad de amores
Entre sus nalgas la hambrienta
Azula sus labios en nafta

Domestica sus poderes
Reina su candor en puras aves
Como una pordiosera iluminada
A través de las amígdalas

Una sombra tiene la ciudad para los hombres
Una faz nupcial nacida en nitro
Las lenguas de té de la urticaria
Las lenguas libres de la infancia
Entre un aviso que llama a conscripciones trágicas
Y la unidad del éter desarrollada en el lecho

Todo el infierno que amo
Las huellas en la nieve
La mujer que espera a la salida del placer
Hecha de flores glúteas

Los relámpagos nupciales en la corte
Sobre mares donde nadan sus guantes adivinos
Y donde es continente la champaña.

 

De 41 Poetas jovenes de chile, 1941