JADA

El resplandor de una sonrisa y la mesa se convertirá en mofeta
Como una piedra en el fondo de la pupila del roedor
Que desciende en línea directa de tus ojos azules llenos de lágrimas
O de la fundición secreta de la niebla con el pasado y el porvenir
Pero yo pienso en la niebla azul que se eleva de los arenales en el momento en que la pala roza la
nvoltura lila-azafrán de la turquesa
Y a lo largo de las mesas los menus son reyes que pierden sus coronas
Y los extremos de las etiquetas son dorados
Los árboles golpean a las puertas de esas casas para leñadores perdidos en el bosque
Y en la ventana ha venido a posarse la alondra a cambiar su cheque
Es porque el cenicero es un bouquet de ciertas flores carnívoras
Y el pequeño vaso que contiene la sal y la mostaza está lleno de empeines de pies de danseuses
Esta noche en el bosque los árboles son de cera
Y las diligencias han sido asaltadas por sus propios caballos.

Hacia afuera
Con aire especial tú entras a tu palacio en el aire
Construído con pajuelas para gaseosas un salón a golpe de viento
El balcón a cierre éclair y la almena imantada
Donde la flor de la coincidencia no tendrá lugar
Esa flor que se asemeja a un no me olvides gigantesco que se confundiría con el tornasol si no lanzara desde el punto donde sus pétalos se unen el perfume que promete al hombre un mechón de cabellos de la mujer que él ama
A ti vigía a ti solo.

 

De El AGC de la mandrágora,1957