EL HOMBRE DE MIRADA CLARA

El hombre de mirada clara que cruza la playa se perdió
Y la lámpara con empuñadura de faisán resplandece aún en su mano
Si ella brilla en señal de socorro yo no iré a prosperar entre los lobos
Yo estoy bien
Sin prestar atención a las hojas doradas que el viento arranca de la nieve
Peinando las casas cuyas plumas se tornan negras
Que no se sabe qué mala hierba arruinará el sembrado
O qué bala perdida
Hace su nido entre mis ojos habituados a ti
A la desaparición del relámpago en el ojo de la liebre
A la cascada de piel erizándose contra la vía láctea
Que ha detenido el curso de la ostra
Y el curso de los carbones que no serán jamás diamantes.

Y sin embargo el lecho refleja el bosque
Tomando su pan cotidiano que garantiza su confianza
Y está el árbol de petróleo con cabeza de chinchilla
Sacando del torrente las armas de la noche que se han pegado al fondo
En forma de mirada de mil engranajes locos
Arrastrando consigo el planeta que se retrasa
En el juego de los insectos en mi mano de momia
Por qué estos vendajes de oro si yo quiero respirar
A pesar del búho que me abandona
Bifurcando en su escapada las piedras de la gruta
Donde yo duermo con seres que no conozco más
Tirando con su muecas flores carnívoras de los armarios que se dieron vuelta
La cabeza perdida de la armadura da la hora
Tan cerca de mi corazón que busca sus cifras
Tan cerca del paisaje que desapareció en el pozo
Se me recibirá con los brazos abiertos no lo sé
Pero tampoco podré morir de frío de sed de vigilia
Pero si en el dorso del espejo crecen ciertos cisnes de musgo salvaje
Yo estaré acodado a la intemperie
A la estrella que progresa en plena tempestad.

 

De El AGC de la mandrágora,1957