LA PROTAGONISTA

Sobre una roca víbora
Con su cola gris su cola singular
A perecer o distinguir en nombre espuma
Yo no levanto un pie del mimbre
Y un perro duermen con espera
El aire es ahí el aire que procura
Oler el aire de las víboras arlequines
A nuestro alrededor la batalla se hace noche
Noche sedentaria terrible mi prisión
No encuentras el infierno en vez del fuego
No pierdes tu pequeño nombre tu pequeño rubí
Huido con más precisión que una bandeja ardiente
Una bandeja considerada muerta
O un pez considerado muérdago
Tú alejas su luz gris de los gusanos
Del mar norte
Del Mar que encanta ojos encapuchados
Por precaución huir de pies de víboras de pies
A un alcanfor bestial
Cuyo origen
Está en el fuego.

Debemos seguir colina barrera de murciélago
Fogata sin propiedad que da origen al agua escapatoria
Todas las flores se cerrarán con ella
Todas las vidas caerán sobre sus cabezas
Igual a un sonido que mierda con verdad de eco
Que muera por fin con realidad de serpiente
O de piedras para sillones de piedras
Para bosques prisioneros de una ave
Sediento difamado
Boca natural boca extranjera
Soy yo quien pasa por tus colinas de extensión
Yo atravieso bahías sin vidas y soy yo
Cuando apago las luces y siembro el terror
Yo Siembro yo incendio yo soy la parte delantera de los enigmas
Detrás de mí sólo un desierto de placer con cúspides de encanto.

 

De El mundo y su doble, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1940.