EXIGENCIA SIEMPRE

He aquí las rocas que ladran desde su cabeza de pirámide
Y combates se unen como árboles enemigos
Pueden subir sus lanzas de estrella sus ropas de atributo
Mientras que un fatal comercio de humores toca con hambre
Este relámpago que se hace en una faz aérea
Los mares que buscan su calzado diferente restaurador de enigmas
Ya no se escucha la voz que sale de un colmenar en busca
De su boca en vista de melodías y luces murmurantes
Alrededor de ellas nuestras tierras que sólo unidas forman
Como viejos animales de espléndida sabiduría eliminada
El torrente verificador que ahora sale con sentidos palomas
De un amor transparente sale y pasa sin conocer
La hora intermitente que aquí es la red fría la red individual
La que es red repetid la red que aquí es
He aquí las rocas las estrellas su primera demostración.

 

De El mundo y su doble, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1940.