I

El color amarillo era peligrosamente deteriorado
Por el sol y la humedad
Anunciando a viva fuerza la Gran Putrefacción
Donde reinan sin frenos la impureza y el latrocinio.

Todo está contaminado, corrompido hasta los huesos
La tierra, el aire, las aguas
Los pájaros en pleno vuelo pierden sus alas a causa de su propia podredumbre
Los alimentos descompuestos hieden a letrina
Y los gusanos esperan tranquilos a sus muertos preferidos
Todas las instituciones estatales están igualmente corrompidas
Y las guerras de religiones terminan en el fanatismo y la crueldad.

Ante este cuadro desolador
De súbito veo un cuerpo extraño, nunca antes visto, sobrenatural, que planea en el cielo
Tiene la forma de una mano humana recubierta por un guante de cuero
Planea en el aire y lo va clarificando, purificándolo
Todo el mundo empieza a preguntar sobre un extraño ser
Con poderes mágicos
Y que actúa con la velocidad del rayo
Alguien grita entre la multitud
"Es la mano
"Sin duda la mano enguantada".

 

De La mano enguantada, 1987