VI

La planta caminó balanceándose
Seguida por una multitud
De sorprendidos espectadores
Llegó ella ante una esfinge
Y frente a la puerta de un laberinto
Volviéndose a los espectadores les dijo:
El que me posea tendrá el poder, el dinero y el amor
Pero, ¡ay!, yo también poseo y mato.

Luego de resolver el enigma
Empezó a atravesar el laberinto
Los ambiciosos espectadores la siguieron
Todos se perdieron
Y sólo la planta mágica encontró la salida
Afuera en lo alto del cielo brillaba una estrella
Sus resplandores
Iluminaban a los exaltados por el amor.

 

De El acerbo imaginario, 1991