IX

Luego de caminar hasta el término del infinito
Mi acompañante me dijo:
"Hasta aquí y no más
"Mira que después sigue la nada"
Yo le respondí:
"¿Y qué? ¿Y qué? ¿Y qué?"
Entonces se desencadenó una gran tormenta
Pero eran rayos, relámpagos y lluvias invisibles
Truenos, granizos y explosiones completamente inaudibles
Y lo que es peor
Supe que había llegado a lo realmente desconocido
A lo desconocido absoluto
De lo que se saca nada
Sólo la nada
En posición imaginaria.
 

De El acerbo imaginario, 1991