XXVII

Pero
El que entra y sale al mismo tiempo
Es uno que siempre se ha bañado en la transparencia de la eternidad
De su boca han salido las palabras
Que disuelven el corazón
Y lo han lanzado a la encrucijada
Donde se gana o se pierde
La vida.

Todo ha sido para acercarse al amor
Para perderse irremediablemente en el laberinto azul
Que nada perdona
Y desaparece con la llegada del alba.

Ha cantado por última vez el ruiseñor
Y el que entra y sale al mismo tiempo
Es uno
Que es ninguno.

 

De La pareja real, 1985