LX
El pájaro nefasto empieza ya a contar al revés las horas que te restan
Has probado todos los placeres y sólo te queda el de la muerte
Es necesario que subas la interminable escalera en cuyo tope flamea la bandera
del olvido
Y lances a la multitud tus sueños y tus delirios.
Todo ha sido para ti cruce de sueños y locuras
Una manera de agonizar en cada palabra.
¿Dónde está ahora el pájaro y el verdugo
Y aún el volcán que te fascinaba desde la infancia con sus erupciones que hacían
tu deleite?
¿Y el grano de arroz que molías para pintarte el rostro
Para así espantar a los pájaros?
¿Adónde están ahora tu locura y la mía
Nuestro amor la torre de los deseos
Tu arena de vidente?
Todo ha sido para ti una cadena de purificaciones
Una manera de aniquilarse de aniquilarnos
Para reintegrarnos a esto que los insensatos llaman definitivamente
Muerte.
De Zonas eróticas, 1971 |