XV

Lo digo
Para que lo repita el más infiel de los testigos
El de una pierna de plata y otra de oro
El que sabe reír y sabe llorar
Y su sombra se queda esperándole al lado afuera de la puerta
Cuando su fiel amigo atraviesa el umbral de la eternidad.

Para que se sepa
Es su amor su infinito amor
Su manera de integrarse en las cosas
Aún en la página en blanco
Que permanece inmóvil
E interroga al desolado ser que la mira
Con un revólver ardiente junto a sus sienes.

 

De El calor animal, 1968 - 1969