JACQUES HEROLD LA SONNERIE NE MARCHE PAS

Una tarde de verano en que tú operabas sobre el latón filosófico
En que el pensamiento era oprimido por un gran deseo
Un desconocido quebraba los vidrios de tu ventana a golpes de lámpara
Tus miradas se paseaban entonces entre la cornalina y el albayalde.

"Mirad, me decías, al fondo de esta gota de agua hay un canario
"Es preciso sólo profundizar sus líneas para oír el canto
"Pero eso será terrible
"Imaginad si todos los ángeles petrificados se levantasen en el mismo instante
"Defended al canario, matad al canario".

Yo no sabía que ese rayo de luz era la amenaza constante de las puertas
Las veía abrir y cerrarse con tal naturalidad
(El hábito crea el misterio)
Que no me daba a pensar en la ausencia de contornos humanos
En la carrera dislocada del mundo invisible.

Todo eso nos embriagaba más que el alcohol
Que las páginas que una arranca furibundo de un libro de recuerdos
Y las lanza al aire creyendo que es el alcohol
Pero es la sangre que se nos viene a la cabeza.

Tú comprendías el misterio, entrabas en el círculo del fuego
Veías las estrellas saltando del agua como peces azotados por el sol
Hablabas a los amigos del mundo desconocido
Del calor de los cielos
De la tiranía de la eternidad.

Otras veces
Cuando las manos de Vera fustigaban las sombras del tarot
Tú pensabas en esos gusanos que alimentan la soledad
Y también en los espejos que nos precipitan a la locura
Y aún en los colores de lo Invisible.

Torturado por una noche sin término, por una estrella sin término
Eres el que hace el mimetismo de la noche
El mimetismo de lo desconocido
El mimetismo del amor, del olvido, de los gatos
Pero a pesar de todo
Tú me dices balanceando la cabeza
Me lo dices tú mi amigo Jacques Hérold
La sonnerie no marche pas.

 

De El A G C de la Mandrágora, 1957