PLEASURE-SEEKEERS

Yo azoto a una lámpara al mismo tiempo
Que ella despega el párpado con ternura.
Abre las puertas del vacío
Al fuego a la sangre helada
Cuyos perros devoran la sombra.

Ahora qué luz sostiene la existencia
Qué voz suspende en el aire el ojo desbocado
Y me habla con signos extraños
Con ortigas que pasan de su axila a mi oído
Y espantan su imagen destrozada
Haciendo de mí
La más resplandeciente copa
Consumida por el orgullo.

 

De Las hijas de la memoria, 1935-1940