LOS LABIOS INFAMES

Para triturar su rostro no cuenta el relámpago
Rojo por amor vertiginosas manos
Ellas tan aisladas por sombras
O sólo desde que abandonaron sus desdenes

Más llanto más opio
Las mujeres que envenenan la ciudad
El filtro de sus propios huesos
Sus cenizas negras la lápida del sedentario
No la escuchéis
No interrumpáis a las hijas del caníbal
El viento interrumpido sitiado
Un árbol terrible sus espectros
El amor tenía su flor sus sanguinarias
El reptil quemado en la llama
La infancia del cielo la ola disidente
Ya no más agua momia río arriba
Escuchadme abejas
Rodeadme de amor desaparecer con las brujas crecidas
Los labios mixtos los sentidos privados
Hijas mías por vuestra voz se llega
La muerte y su gavilán.
 

De Las hijas de la memoria, 1935-1940