LOS CADÁVERES METÁLICOS

Sólo el sueño puede permitirme la transfusión de sangre
Su irradiación de nebulosa
Abre la brecha en ese pozo de luz
Igual a una nueva imagen
Utilizable como fantasma.

Ahora veo purificarse sus playas
En la profundidad del espejo
Cómo lanza la espuma en la  bóveda celeste
Cómo sus lenguas baten los cielos
Y arrancan sus dientes los vendavales
Y hay luz y tormenta
Y hojas solidificadas adentro de las bocas.

La muerte visible
Sacude entonces el polvo resplandeciente
Demonio porque su furia crece
Igual que una planta
Con sus mecanismos impenetrables de átomo
Cuando yo me tomo de sus ojos
Al borde del inmenso abismo
Que hay en todo espejo
Y que es la sombra de su propio cuerpo.

Caeremos sin embargo yo lo digo
Odiando si es posible
El corazón el rey y Dios
Pasad gigantes, luces, fantasmas,
Sin embargo
Como esa visión de mujer hostil
Que parpadea en las tinieblas.

 

De Las hijas de la memoria, 1935-1940