OBJETOS DISIMULADOS

Yo propongo la profunda desviación de la utilidad del rol de cada objeto doméstico, con el fin de obtener por este medio un mundo más favorable a nuestras búsquedas, a nuestros ojos y a nuestro amor.

Utilizando las extremidades inferiores de una muñeca de cera y un cojín se puede obtener la mujer rubia.

Cuando uno se apoya con ambas rodillas sobre una mesa bien dispuesta para la cena, es el “puente sin extremos”.

Colocándose ante los ojos un estuche de franela para guardar lentes se forma el “objeto económico”, Etc.

Los objetos presentados en nuestra Exposición del 41, se han desarrollado en todos los sentidos que el lector pueda dar a esta palabra; en los últimos meses muchos de ellos han echado pelo que es necesario cortarles cada cierto tiempo. Las esponjas han amenazado resecarse, por consiguiente ha sido necesario suministrarles el agua mezclada con sal y yodo necesario.

Los panes colocados sobre los senos y el pubis de la mujer Mnemotécnica deben parecer siempre frescos; así como las chuletas de cordero pegadas sobre una cabeza del Renacimiento deben presentar siempre un aspecto bien “saignant”.

Un hombre negro se ha encargado de desempeñar esta delicada tarea. Lo veo como sacude su cabeza en la oscuridad. Sus oídos están tapados con cera. El sólo puede ver un gran extensión de arena, sin ninguna roca, sin ningún árbol, absolutamente desolada. En el extremo inferior derecho él percibe la imagen de una langosta gigante que devora el cuerpo de una joven que a su vez toca encantada el gramófono. Esta escena presenta un aspecto totalmente repugnante. Bajo este pequeño detalle pictórico, el hombre negro coloca su firma. Después él cae. Su cabeza se enciende como una ampolleta de 1,000 bujías.

 

De Leitmotiv, N°1