El Cielo Raso

Un “cara de mosca muerta”, favorecido por el color local,
Cosecha pequeñas estrellas de mar en el atrapa-castor de su vestón.
Suspirando por las tierras que lo vieron nacer
El lanza algunas miradas en derredor,
Asegurando su presa alrededor de la comarca,
Ajustando su sombrero de cuero de borrego
El marcha a pasos contados sobre el parquet que él mismo ha trabajado,
Sin cuidarse de los festivos de las colectas, etc.
Ha pasado el invierno caminando para encontrar la huella de sus seis
Ha preguntado a las vecinas indianas en sus chozas pequeños hijos
Por el grillo que canta,
Por la comadreja que escarba en el fondo de un cojín.
Ha recurrido a una sociedad de ratas,
En la cual él se siente muy bien,
Perfectamente bien,
Muy bien como en casa.

A través de este experimento yo advertía que él era un poeta casi tan admirable como yo.
Peter frecuentaba las tabernas de la ciudad. Sus camaradas lo reconocían por Peter, el oso, debido a que se destacaba en las peleas callejeras.

 

De Leitmotiv, N° 2-3