AÑO NUEVO
 
Las lámparas mudas
retienen su luz y retienen su noche,
pues quieren partir al mismo tiempo,
el gavilán se hace el perdido,
la ira y el placer rondan despreocupadamente
y las sillas vienesas han dejado de producir estragos.
Todo está ya tranquilo,
los sibaritas tosen,
y el mar no experimenta
su dolor al costado.

 

De Memorándum mandrágora, Revista Atenea, N°452. Universidad de Concepción, 1985.