EL PUENTE LEVADIZO
 
Hoy 14 de diciembre de 1953
Y este no es el comienzo de mi pequeño ni de mi grande testamento
Al mirar hacia El Plomo distraídamente
Vi de pronto esbozarse la figura inmortal de la Venus de Willendorf
Ella era semejante a la edad misma
Semejante a la nube de piedra que estallaba en piedra para hacer fértil la edad de piedra
De esa piedra por el hombro derecho nacían hombres
Por el otro mujeres
Y ella quería descender y no se decidía
Hasta que al doblar una esquina la perdí de vista completamente
 
La paloma en persona
Asentada su riqueza proverbial en tres surtidores que hablan el mismo idioma
Y en tres tamarindos bellos como el lapsus linguae del jardín
Derribados sus frutos a golpe de hechizos
Sus signos secretos por donde pasan todas las palabras
Nombrando el misterio con acento extranjero
Y para la gloria de tres pequeños zapatos del mismo número
           
Ella surge de nuevo en razón de mi "desplazamiento"
Exteriormente el paisaje representa
Una choza a la cual se ha dado en llamar la choza del amor
En ella hay una pareja de iniciados mágicos
Como las agujas del reloj
Para marcar la hora eterna
La hora de piedra
La hora de bronce
La hora de qué sé yo
Internamente es un castillo
Un castillo llamado de los cuatro elementos porque también el fuego ha llegado
Sus paredes de obsidiana reflejan el pensamiento y la materia
Confundidos en la orgía de los sacrificios
Nosotros ayudamos a sacar las piedras que obstruían la caverna
Mientras el río se deja llevar por esas hojas del rosal caídas en sus ondas
En cada hoja hay una pequeña niña Ella duerme
La Venus de Willendorf ha tendido su cuerpo como escala
Entre el puerto y la nave
Y por ella desciende una niña italiana
Sus pies están desnudos para andar por la aurora
Ella no cuenta arriba de siete años
Pero ya su aire grave la pone en primera comunicación con la selva virgen
Esta selva la mece como una cuna y taladra los ecos
Para que la luz la bañe con un único significado
El significado de la noche de los tiempos
Llamada poesía
 
A paso de montaña
La nieve era un correo flagrante
 
Con precisión barométrica
Y con alas de sinople el águila bifronte se recortaba en un terciopelo azul
Como una gastada mercancía encontrada al azar encima de un sillón
En el momento en que bruscamente abrimos la puerta de esa cámara
A la cual suponíamos vacía
Y nos recibió el alegre bullicio de ese grupo de amazonas
Y ya no sé si era un grabado de viejos tiempos
Pero yo toqué con mi mano el muro
Sobre el cual estaban inscritos los puntos luminosos de viejas cosmogonías
Hoy en desuso
Salvo este paso de montaña del que yo saqué la mejor parte
 
Noche de América
A dos metros de nivel en la cámara secreta
Dos metros es bastante
Para ahogar en oro cualquiera aurora sabia
 
Y el resto
Nadie sabría decirlo mejor que ese nido abandonado
Y pasto de la fiebre
Donde ella apareció como por encanto
Simultáneamente la línea ferroviaria expone sus dedales de oro
Y una nube provinciana rebulle en el aguardiente
La puerta cochera aún estaba abierta
El perfume de la ñipa estaba adherido en tal forma a la tarde
Que las estrellas rompían desesperadamente los barrotes
Y una feliz coincidencia hizo posible que ellos se internaran en la cordillera
Extáticos guiados por un ídolo de piedra
En el cual confiaron toda la sabiduría
Desde la hora que se cristalizaba al contacto de sus minutos
Hasta la hora en que la plaza de San Felipe era un mineral de corazón de rosa
 
Mujer
Posado en tu hombro un quetzal te guía hacia la cascada de la aurora
Piedras cansadas de un viejo laberinto
Son como los pedernales mismos del enigma
Y como los mismos párpados del agua
Estas mujeres ven el arco iris formarse como el pensamiento del amor del agua
Y ya el fuego ha venido
Ha venido la tierra y el aire
Y estos cuatro elementos
Están en su elemento
 
Vírgenes tendidas en una roca tornan el sol voluptuosamente
Toman el sol literalmente
Es decir lo toman con su sangre
Juegan con un muñeco pesado pequeño y ostentoso
Un muñeco caído de una estrella enana
Y adornado con raíces de helecho
Para producir el quid pro quo de la eternidad
Ellas le han vuelto a la vida
Es decir le han vuelto a la palabra
Y con diez u once palabras que el muñeco pronuncia con esfuerzo
Estas vírgenes ríen del porvenir
Ven los futuros caballos blancos relinchar de espanto
Y oyen los arcabuces y ven huir el sol con su carcaj que golpea su cadera
 
Enigmas voluptuosos
Como mujeres tendidas en un poncho
Un collar de perlas interiores corta su hilo
Y todas las perlas se desatan en lágrimas
Es la joven perenne en una primavera de Alaska
Ella ha dejado de usar el camino de la costa
Después de haber extendido su velo sobre el mar
Como un papel secante
Para extraer las últimas firmas del adiós
 
El agua (diálogo de golondrinas) y el desierto (¿aún es tiempo de asistir a la reunión?)
El salitre (pelaje de oso pardo) y la rosa (17.825) Apenas la noche ha descendido
Y ya las diosas cruzan como luciérnagas el bosque
Tú juegas con las diosas en una cacería decisiva y muda
Tú recoges a las diosas heridas y las cicatrizas en la piedra
Y con ellas haces la vendimia y la sequía
Tú besas los párpados de la piedra a base de preguntas de aire
Luego avanzas hacia el resplandor del plenilunio
Y dices sonriente
-Yo soy el enigma de la noche americana
 
Ellas estaban al alcance de todos los colores
Y agitaban en sus manos papeles que nos autorizaban para cruzar el lago
Ellas se despedían a un tiempo mismo de todas las auroras
Con sus cabellos locos metidos debajo el bosque
 
Pero no te olvidemos aún enigma mío amada mía
Tú te estremeces como el mercurio en fiebre
Y te enraízas en el océano hasta hacerte su naufragio
Yo soy enigma proclamas a todo viento
El pájaro llamado cóndor te seduce
Y luego los dos se vuelan se vuelan a todo viento
 
Bien y todos se inclinan
Y te demandan que reveles tu arcano
Tú lo revelas y un baladro se escucha
Este baladro quiebra las copas del festín
 
A prisa a prisa
Espejo en la llama torpe del delirio
No dejes transcurrir un día más sin visitar el país de las larvas de la luz
Sin temer al síncope de los relámpagos
Sin cautivarte por esa pieza de género que se despliega en el mostrador de la sastrería
Y dentro de la cual un rubí de jardín semeja un insecto áptero
El insecto se autodenomina reverbero
Y aflora cada cierto número de días en los ojos de las muchachas
Y se equivoca deliciosamente de república
Simultáneamente tu porvenir y mi pasado se confunden
 
Ellas habían venido
Ellas eran las sacerdotisas inspiradas y sus cuerpos fosforescentes
En la noche ellas suplían los recuerdos
Ellas habían venido el río estaba abierto
Las mujeres se han refugiado en el presente como la imaginación en los libros de aventuras
Y el río seguía el curso trazado por la nieve
Guiado por algunas golondrinas
Recuerdo ese día por ser voluntariamente 1931
Yo iba a cambiar las anticuadas nociones de bien y mal
Por un bien más alto
Recuerdo ese día para el cuál he vivido
Y que es en suma ese mismo día repetido antes y después
Venid sacerdotisas bogando por ese río
Vosotras cambiáis el tiempo por una casa sólida
Y cuya única mención es el rosal
Que Alicia Liddell llamó mágico en su tiempo
Puesto que da flores tan naturales como las que adornan este comedor
 
Tu voz profética quebrada por la ternura
Se baraja con otras voces
Noche insomnes todos los sueños
Se barajan con sueños insomnes todas las noches
Las velas se hinchan y el océano ríe
Todo está preparado en el concierto de las naciones
 
Otros mundos
Mundos de azar
Un día yo visité la casa del ahorcado
No sin antes pagar la entrada a la mandrágora
Casa situada en un recodo del camino
Y yo escribí un informe concienzudo de mi visita
Informe que puede leerse en algunas líneas de este mismo texto
La casa del ahorcado
En la cual el fuego se toma la justicia por su mano
 
Tú has olvidado tu nombre loco
Y por ti el amor se hace oráculo
Has olvidado tu nombre y necesitas
Que todos los seres de la ciudad
Que todos los árboles de la selva
Que todos los barcos del puerto
Que todos los minerales bajo tierra
Digan su nombre antes para saber el tuyo
 
A raíz de estas palabras
Las hadas hidroeléctricas dejaron correr sus ovillos de lana
Para tejer el campo donde pacerán las ovejas
Tribus de pastores a las cuales el viento empujaba hacia adelante
Habían pernoctado junto al río
Las estrellas palúdicas alumbraban la plaza del mercado
Y a raíz de estas palabras
Los hombres se nutrieron de silencio
Y un barco empezó a descender por ese río
Demás está decir que ese barco navegaba a capricho de tu sueño
Tú ibas dormida en él
Ibas dormida como el perfume va en la rosa
El alba era tu estela
El barco mismo era tu vestidura
 
Con la luz escarlata avanza el prestidigitador y hace girar las siete estrellas
Mientras por la avenida corren en jauría las bombas de incendio
Se han interrumpido por un instante las bodas vienesas en honor de José María Eguren
En la vieja casa pintada por Figari
Toda la noche una rama ha golpeado la ventana
Toda la noche hasta la aurora escarlata
Y si he dicho que los ciervos abandonaron el bosque es a causa de la nieve
Y no por haber visto la casa del ahorcado levantarse de la noche a la mañana
La casa del ahorcado en cuyo alero golondrinas de una mancha especial encontraron asilo
Eran negras y blancas como todas pero una línea escarlata les cruzaba el cuello
Y a la mañana siguiente el viejo prestidigitador había capturado siete
 
El nombre de algunas raíces que yo masco para saber
Mientras la noche tiende la sabana
Raíces vertiginosas que dan el vértigo
Raíces sedientas para la sed
Raíces nupciales para el amor
Raíces negras para el amarillo
Raíces llaves para la libertad
El mar ha nacido bruscamente del desierto y las lianas descifran sus palabras de escritura cerrada
Aldeas abandonadas donde perros vampiros cazan moscas de sangre
Esperando la llegada de sus dueños
 
Vientos perniciosos y cuyas dos columnas del debe y el haber se han hecho trizas
Ellos conglomeran todas las hojas del bosque encima del graal
Y un fuego puro y silencioso es la propia puerta del castillo
Para vestidos blancos
Cuyos jirones quedan en un barganal de medianoche
 
Vudú haz volar en una noche toda la isla
Enséñala a volar como enseñaste a andar a la muñeca
La muñeca zombi en las manos del zombi
Y que redacta la constitución poética de Haiti
 
Abrid abrid el bosque vocinglero
Abrid el amor hasta su última espesura
Que un palomar entero entre en actividad
Un palomar cuyos barrotes son ceniza
Y que estas palomas en persona sean los veintiún arcanos en persona
Ni más ni más que si fueran besos en persona
Personas en persona
Campanas en persona
Con un terrible fuego de personas que hubieran caído en persona como quien cae en éxtasis
Éxtasis trivial y sin embargo grave
 
Y tú por último
Tú la que supiste mi pasado
Traza mi porvenir
Ven a incorporarte a la fogata
Y juntos aire tierra fuego y agua tracen mi existencia
Enciéndanme pasado presente y porvenir
Pasado presente y porvenir que todas las noches reconstruyo
Y que el alba disipa
Y juntos vosotros todos hagan del interior y del exterior
Un solo idioma
El cual me sirva para hablar con mis semejantes

 

De Poemas: 1934-1959, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1959, 147 p.