UN SENO PARA CADA DÍA

I
Cómo responder no es cielo
de lanzas ropas de nieve
Cómo respirar o quién respira por ti
Si hay nombre para tanta impiedad
o pisadas para una ciudad entera
Huyen siguen la palma de la mano.

El viento de cal y de paloma
con ese abrir de cartas
y ellas con cerrar de molino
Los dos se educan mutuamente.

II

Interrogante álabe expuesto a todo rayo
A toda emanación de enigmas la luz regenerada
Los labios de esfinge la luz sale de ellos como un fénix
Y toma para sí un desierto de sueños de infancia y río un lenguaje inconsciente
El despojo invisible del que toda poesía se apodera
Y une la piel de mar a su espalda de gaviota diversa extravagante.

Cofres la eternidad desarma
Ellos giran en una laguna la dársena no olvides
Tus once ramas que el sueño subordina
Nostalgia con nostalgia
Los álabes que escuchan la corriente negra
Y ven mosaicos expandidos
Muros de ojos jamás incorporados
Nogales de arroyos defensores
Del vértigo íntimo de la libertad
Del terror visible del terror acústico
Y del sueño pulmonar y marítimo.

 

De El mundo y su doble, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1940.