LOS DESEOS CAMBIABLES[1]

I
Quién eres para quién qué libertas de ese glacial de flores
Qué adoración dura en ese sueño femenino
En la fuerza en el amor entre éxtasis
Donde la mano suya entreabierta la gaviota capturada
Con sus detalles de ojos inconscientes
Disfraza a los vivos el principio de los demás.

II

Todo prefiero
Una sombra de calorías cotidianas
Un barco de estela olvidadiza.

Es el abismo que tiembla a manos llenas
Es la mujer con medias de terciopelo.

Es preciso organizar las olas más variadas
Tú la tristeza
O la que avanza idolatrando al mundo
Las rodillas aladas
Tu día de amor central
Nunca engañarnos todo prefiero
La libertad la mía la más cruel
He aquí el arte insular
El gusto por el peligro.

Es el amor los contravenenos
Las adquiridas costumbres esperad
Es el amor con todos sus derechos
Y el mundo cada día
Con miradas diferentes.


[1] Publicado en Abril de 1940 en revista “Atenea”, Año XVIII, Tomo LX, N°178.

 

 

De El mundo y su doble, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1940.